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LOS DÍAS FELICES, SAMUEL BECKETT

Los días felices, teatro, Samuel Beckett, 2013

 

Traducción para su puesta en escena dirigida por Lamberto Arévalo.

Versión no publicada en libro.

 

 

Winnie: Me viene la imagen – desde los abismos – de un señor Miranda – de un señor y quizá – de una señora Miranda – pero no – van de la mano – así que más bien su novia – o solo una amiga – muy querida. (Se mira las uñas más de cerca.)  Muy quebradizas hoy. (Vuelve a limar.) Miranda – Miranda – el nombre te dice – algo – a vos, Willie – evoca quiero decir – una realidad cualquiera – para vos, Willie – no respondas – si te fastidia – ya te – esforzaste – bastante – Miranda – Miranda. (Examina las uñas limadas.) Un poco más presentables. (Levanta la cabeza, mira delante de ella.) No te vengas abajo, Willie, es lo que siempre digo, pase lo que pase, no te vengas abajo. (Pausa. Vuelve a limarse.) Sí – Miranda – (deja de limarse, levanta la cabeza, mira delante de ella) ¿o Miralles, no sería más bien Miralles? (Gira un poco hacia Willie.) Miralles, Willie, ¿te suena Miralles? (Pausa. Girando un poco más, más fuerte.) Miralles, Willie, ¿te dice algo Miralles, el nombre Miralles? (Pausa. Se da vuelta hacia atrás para mirarlo. Pausa.) ¡Ah bueno! (Pausa.) ¿Qué hiciste con tu pañuelo? (Pausa.) Ah Willie, ¡no te lo vas a tragar! ¡Escupilo, por favor, escupilo! (Pausa. Vuelve a estar de frente.) En fin, será lo natural, supongo. (La voz se quiebra.) Lo humano. (Pausa. Igual.) ¿Qué se puede hacer? (Pausa. Igual.) De la mañana a la noche. (Pausa. Igual.) Día tras día. (Pausa. Levanta la cabeza. Sonrisa.) ¡El estilo antiguo! (Fin de sonrisa. Vuelve a sus uña.) No, esta ya está. (Pasa a la siguiente.)  Me hubiera puesto los anteojos. (Pausa.) Ya es tarde. (Termina la mano izquierda, la inspecciona.) Un poco más presentables. (Empieza la mano derecha. Lo que sigue puntuado como antes.) En fin – qué importa – este Miralles – Miranda – qué importa – y la mujer – de la mano – una bolsa cada uno – de esas multiuso – de nailon – plantados ahí mirándome – boquiabiertos – al fin él – Miranda – Miralles – qué importa - ¿a qué está jugando? dice - ¿a qué viene? dice – metida hasta las tetas – en los yuyos – tipo grosero – ¿qué significa? dice - ¿qué se supone que significa? – y patatín – y patatán – todas las estupideces – de siempre - ¿me oís? dice – por desgracia, dice ella - ¿cómo que por desgracia? dice él - ¿qué significa por desgracia? (Deja de limarse, levanta la cabeza, mira delante de ella.) ¿Y vos? dice ella. ¿A qué venís vos, que se supone que significás? ¿O porque seguís parado sobre tus pies planos, con tu viejo atadito lleno de caca en conserva y de calzones de recambio, arrastrándome de una punta a la otra de este desierto de mierda – vieja gritona, tal para cual – (de repente violenta) – ¡soltame, dice ella, me cago en Dios, y rajá, rajá! (Vuelve a limar.) ¿Por qué no la desentierra? dice él –aludiendo a vos, mi ángel - ¿para qué le sirve ella así? - ¿para qué le sirve él así? – y así sucesivamente – todas las estupideces – de siempre – hay que desenterrarla, dice él – así ella no tiene sentido - ¿desenterrarla con qué? dice ella – con las manos desnudas, dice él, yo lo haría con las manos desnudas – debían ser marido y –mujer. (Lima en silencio.) Después por fin se fueron – de la mano – las bolsitas – se alejan – borrosos – después nada – últimos humanos – que se extraviaron por acá. (Termina la mano derecha, la inspecciona, apoya la lima, mira delante de ella.) Extraño, apariciones semejantes, en un momento semejante. (Pausa.) ¿Extraño? (Pausa.) No, acá todo es extraño. (Pausa.) En todo caso les estoy agradecida. (La voz se quiebra.) Muy agradecida.

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