MARIANO FISZMAN
TALLER
En principio, el taller de escritura consiste en reuniones de un grupo de personas que tienen ganas de escribir. Pueden tener mucha, poca o ninguna experiencia en el asunto.
La actividad básica es la escritura de textos literarios y su lectura en el grupo para tratar de entender los mecanismos que operan en ellos.
Mi trabajo consiste en estimular tanto la producción de textos como la producción de múltiples lecturas.
No oriento a los participantes hacia ningún tipo de escritura, ideología o género literario en particular.
En este punto viene bien citar las sabias palabras de Ricardo Zelarayán: “No creo en los géneros literarios. Cada persona tiene su propio discurso permanente, un río perenne y subterráneo que constantemente amenaza desbordarse. La mayoría de la gente le pone diques, pero así y todo a veces su rumor se escucha”.
Si pudiera decir que el taller tiene objetivos, uno de ellos sería la busqueda de esa voz propia en los textos que uno escribe o que se escriben a través de uno.
Una variante del taller son los encuentros individuales, lo que ahora se llama pomposamente “clínica de obra”. La diferencia es que no se trabaja en grupo sino en forma individual, casi siempre sobre un conjunto de textos en particular y con un objetivo concreto.
Algunas veces, con esfuerzo, ganas y compromiso (el famoso 90 % de trabajo y 10 % de inspiración de Baudelaire), el resultado es un libro. Los que ven acá abajo son un ejemplo de eso.